Cada cosa a su tiempo, LAS CASTAÑAS en Adviento

Empieza el frío y se acerca la Navidad. Inmediatamente lo asociamos a castañas asadas envueltas en papel, a marron glacé, a crema de castañas, a rellenos y acompañamientos para pavos, capones y pulardas, enfin, a castaña. Aromas y recuerdos de nuestra más tierna infancia que nos van descubriendo la estación del año en la que vivimos. Y hablando de estaciones, pocos árboles las definen con tanta belleza como el castaño. 

 

Castanea Sativa, castaño europeo , se encuentra repartido por buena parte de España, prefiriendo terrenos húmedos y frescos. Originario de Asia Menor,  se aclimató de tal forma en la Península Ibérica que en el mundo anglosajón lo llaman castaño español. No debemos confundirlo con el castaño de Indias cuyo fruto, aunque parecido, no es comestible.                                                                       

Del castaño se utiliza la madera, muy apreciada por cierto. También las hojas secas en infusión que ayudan a curar afecciones de garganta y del aparato respiratorio. Y la corteza, que dado su alto contenido en taninos tiene propiedades astringentes. Pero lo que ahora nos interesa es el fruto : la castaña.

La castaña fué, hasta la llegada de la patata, la base de alimentación durante miles de años en gran parte de Europa no sólo para los humanos sino también para el ganado. Tanto es así que se le llamaba el "árbol del pan" o , incluso, el "árbol de las salchichas". La castaña se comía cruda o cocinada, en forma de harina y para dulces. Tiene un enorme valor energético y es rico en hierro y potasio. Contiene gran cantidad de agua y muy poca grasa. 

Una curiosidad: ¿sabéis cuál es la diferencia entre una castaña y un marron? Como podeis observar en la fotografía, las castañas crecen dentro de una vaina, como una pelota, llena de espinas. Dentro de cada vaina hay entre 2 y 5 castañas separadas entre sí por una membrana. Lo más corriente es que haya 3. Pues bien, cuando sólo hay una castaña en el interior de la vaina nos encontramos ante un marron. Muy apreciada entre los franceses por ser más grande, dulce y fácil de pelar han extendido su cultivo para producir sus famosos marrons glacés.

 

En cambio, si le preguntamos a Angelines, cuya familia lleva asando castañas en la Glorieta de Bilbao desde hace tres generaciones, nos dirá que la mejor sin duda es la del Bierzo. Es más, me contó el otro día que de las tres castañas que hay en cada vaina, la del centro que es la más plana es la mejor. ¿Sorprendente no? Rápidamente hice la comprobación, no porque dudara de su palabra, y es absolutamente cierto.

¿Quién se resiste, con el frío que hace, a pasar por delante de un puesto de castañas asadas y no comprar alguna? Esta es una de las formas más sencillas de cocinarla. Se puede hacer en casa con una de las típicas sartenes castañeras con agujeros en su base o en el horno sobre una rejilla. Bastarán 15 o 20 minutos para que estén listas. Y además resultan facilísimas de ¡¡PELAR!!!

Entramos en materia. Qué complicación la de pelar las castañas. No hay vez que yo me ponga a ello que no acabe pensando "desde luego es la última vez que pelo las castañas", la próxima las compro ya peladas. Pero no hay que desanimarse porque los resultados son tan espectaculares que merece la pena. Se pueden meter en el microondas unos minutos y pelar en caliente, no sin antes haberlas rajado. Se pueden pelar después de haberlas cocido unos minutos en agua hirviendo que es como más fácilmente se desprende la membrana interior, pero también hay que hacerlo mientras están calientes. Enfin, que siempre acabamos abrasándonos las manos.

Vamos con las recetas. Como os he dicho, resultados espectaculares y por lo tanto perfectos para nuestros menús navideños. En la sección de recetas de temporada encontraréis Pechugas de pintada con relleno de castaña y Mont Blanc de castañas en dos versiones: original y ultrafácil.

 

Primero os voy a contar cómo hacer la crema de castaña que servirá como base para cualquier preparación. Es muy sencilla y se puede conservar en tarros de vidrio por lo que recomiendo hacer bastante cantidad de una sola vez. Aunque la verdad es que está tan rica que seguro que desaperece volando.

Cocer 750grs de castañas peladas en 1/2 lt de leche con una vaina de vainilla (con un corte longitudinal) hasta que estén tiernas, entre 30 y 45 minutos. Retirar, escurrir y pasar por el pasapurés. Añadir leche hasta obtener la consistencia de puré teniendo en cuenta que espesa mucho al enfriarse.                                    

Esta crema se puede utilizar para un puré salado añadiendo un poco más de leche, pimienta, sal y mantequilla. O para dulces, añadiendo azúcar o almíbar.

También se puede hacer un delicioso y clásico relleno o acompañamiento con manzanas, chalotas, prunos sin hueso y castaña cuya explicación encontrareis en la receta de la pintada.

Con la castaña se elabora un licor riquísimo y con la harina tostada (apta para celíacos) podemos incluso preparar un "café" delicioso.

Por último contaros que para conservarla se puede congelar perfectamente una vez pelada. También se puede secar para almacenar en sitio seco y fresco y esta es la famosa ¡¡castaña pilonga!!!

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Comentarios: 2
  • #1

    Goodweddings (jueves, 28 noviembre 2013 13:39)

    Qué maravilla las recetas de las castañas. Este fin de semana las haremos en casa. Muchas gracias, maestra!!!

  • #2

    Maru (jueves, 28 noviembre 2013 15:39)

    Que pintón,en cuanto pueda me lío con las castañas.Mil gracias