¡¡¡ EN TIEMPO DE HIGOS, CUÁNTOS AMIGOS!!!

Termina el verano y comienza de nuevo nuestro calendario de higos a brevas y …cómo están este año los higos!! Empezamos un nuevo curso en el que nos preparamos para disfrutar de los últimos aromas del verano y los primeros del Otoño. Y, como siempre, os voy a dar alguna receta ; una salada y una dulce para los frutos recién cosechados, y una especial para conservar esos aromas y que perduren a lo largo del invierno. Además,los higos, son maravillosos para acompañar platos de caza y dejamos pendiente para otro artículo una de las recetas más exquisitas de la temporada: tórtolas con salsa de higos.

Un poco de historia: El higo es uno de los frutos más auténticos del Mediterráneo y de los más mencionados desde los tiempos de la Biblia (parece ser que crecía ya en el Jardín del Edén). Fué uno de los alimentos esenciales en la Grecia Clásica, donde se conocía como la fruta de los filósofos por ser el alimento predilecto de Platón. Además, fueron nuestros exploradores los que , posteriormente, lo llevaron a América a través de México.

Dentro de la inmensa variedad de higos con los que nos encontramos; verdes, morados, con el interior blanquecino, púrpura…tengo que decir que siento especial predilección por los llamados “cuello de dama”, increíblemente dulces, verdes por fuera y color miel por dentro y que encontramos ,entre otros lugares, en el Valle del Tiétar, donde las higueras están ahora mismo abarrotadas.

Si teneis la suerte de poderlos recolectar directamente del árbol, os recomiendo, que reservéis los más verdes para la conserva, cogiéndolos con mucho cuidado y dándoles la vuelta sobre sí mismos para mantener el rabillo intacto (aunque acabareis con las manos pringosas por el líquido blanquecino que sueltan, o látex). Los que estén “a punto” los guardais para comerlos solos o para las siguientes recetas.

Dentro de unos días, cuando nos acerquemos al final de la temporada , os contaré  más sobre los higos…y la receta prometida: Higos en almíbar de hinojo!!!!